Entre paredes, cuerdas, rejas, uniformes y horarios, pasan el tiempo, pasa parte de la vida.
Vida con resbalones, vida con sinsabores.
Madres, hijas; abuelas, nietas. Novias, esposas, amantes.
Los pecados se pagan con avemarías, los delitos con cemento y normas.
La esperanza es la salida.
La alegría es la lucha del día a día.
Levantarse siempre será, más duro que caer.
Dentro hace frio, pero todavía, sale el sol.
* Tomado en préstamo de la canción de las 1280 Almas
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