Renacer es un centro distrital dónde la mayoría de sus usuarios son niños abandonados con discapacidad física, cognitiva o ambas. Este centro funciona como un "fuerte", una micro sociedad cooperativa donde los niños y niñas pasan sus días aprendiendo música, pintura y literatura al mismo tiempo que hacen terapias, están en tratamientos médicos y asisten a psicología.
Marcela, desde que era una bebé, es hija de este servicio. Su discapacidad física es dolorosa y le impide el movimiento voluntario del 90% de su cuerpo lo que la obliga a depender de una silla de ruedas y de un cuidador para desplazarse. Lo más bacano de Marcela es que no carga rabia o mala vibra, todo lo contrario, le encanta cantar, pintar y hacer terapias en la piscina de renacer; sabe que su condición la deteriora mucho más rápido que a cualquiera otra adolescente de su edad y, aun qué le gustaría hacer otro montón de cosas, no se enfada encuentra felicidad en un montón de cosas pequeñas, cosas casi inapreciables para la sociedad mayoritaria: Los diferentes tonos de las temperas, las texturas de los papeles, las letras de las canciones de pop. Marcela es una berraca.
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